LA LAGUNA DE ALBERCA
Situada en el término municipal de Ronda, en la estribación más occidental del llamado Surco Intrabético, hallamos a 780 m. de altitud la marcada huella de la cuenca endorreica donde existió la laguna de Alberca, desecada a partir de 1892, cuando se ejecutaron obras de drenaje para favorecer la actividad agrícola. Cada ciertos años, cuando las lluvias son generosas, la lamina acuosa nos recuerda el esplendor de este humedal rodeado de una hermosa dehesa de encinas.
En el entorno, constituido por calcarenitas miocenas rodeadas de sierras de calizas del periodo jurásico, existen vestigios de otras lagunas como la de Espejo y del Juncal, igualmente drenadas por métodos artificiales. Constatamos la importancia de este humedal al encontrar referencias cartográficas en mapas de los años 1795, 1855 y el que podéis ver abajo, de 1782.
La toponimia de los alrededores de este sector de la Depresión de Ronda desvela la impronta de estos ecosistemas palustres en el territorio. Así, encontramos cortijos con el nombre de Alberca, Alberquilla, del Pantano o Cantarranas. En las imágenes de abajo se aprecian las alineaciones calizas de Sierras de la Nieve, Hidalga, Blanquilla y el más lejano macizo de Líbar.
La laguna de Alberca pertenece a la cuenca hidrográfica del Guadalete-Barbate. El vaso lagunar se alimenta de escorrentías y del caudal proporcionado por el arroyo del Tejedor, de marcado carácter estacional, cuyas aguas se cuelan por un sumidero ubicado en el extremo norte de la cuenca endorreica. Se da la circunstancia de que en otro enclave cercano, como es la dehesa de Borbollón, nace el arroyo de Majamoclón, el único de la provincia de Málaga que drena a la cuenca del Guadalquivir. Hacemos referencia en: https://www.rfnatura.es/dehesas-rondenas/#more-3269
Para favorecer la desecación de la laguna se trazaron varios canales que vienen a confluir al arroyo del Tejedor, cuyo cauce fue igualmente ensanchado para avenar hacia el sumidero natural. Se calcula que el área del vaso lagunar ocuparía una extensión próxima a 55 ha. Actualmente, cuando se producen copiosas lluvias, llega a alcanzar una superficie de unas 35 ha. inundables. En la zona sur de la cuenca se aprecia una pequeña manchita ovalada que no es más que el último resquicio natural de la laguna. Foto de abajo, a la izquierda.
Existe una vía pecuaria que recorre la franja occidental de la laguna. Se trata del Camino de la Colada de Arriate a Cañete la Real. Por dicho trazado discurre la Gran Senda de Málaga (GR-249.5), en la etapa que une Cañete la Real con Arriate. En el mapa de abajo situamos el cortijo de Alberca y las trazas del arroyo del Tejedor y del camino público referido.
Por distintas fuentes de información sabemos que la laguna de Alberca fue hábitat de una importante comunidad de aves acuáticas, caso del singular flamenco rosado. Nosotros mismos pudimos gozar de la presencia de la cigüeñuela y el ánade real. Algunos colectivos conservacionistas abogan por su recuperación. De momento ya se ha solicitado su inclusión en el Inventario de Humedales de Andalucía.
Con este humilde reportaje, nos sumamos a las voces que claman por la restauración de esta joya natural, de la que tuve constancia gracias al añorado profesor Paco Marín, defensor a ultranza de los valores naturales de nuestra comarca y, muy en particular, de esta laguna, la cual visitaba asiduamente. En compañía de Paco Marín y Carlos Tapia tuve ocasión de disfrutar de uno de los mágicos atardeceres que suele brindar este rincón singular de la Serranía de Ronda.
Acabamos este conciso reportaje con un texto de Paco Marín, el Artista de la Naturaleza, escrito en su natal Arriate, una primavera de 2009
Buscando la luz, abrí un día las puertas de mi ser y salí a caminar por los senderos del valle y de la montaña. Me hice amigo de los árboles y las flores, del agua, del aire y de las rocas, del viento, de las nubes y de la tormenta, de la lluvia y de la nevada, de la tierra, la luna y las estrellas, de los animales y de la buenas gentes. En su compañía contemplé la armonía de la Naturaleza y abrazándome a ellos sentí la Paz y el Amor que mueve el Universo. Hoy, a través de las imágenes que capté con mis lápices en esos momentos de intento vivir, os traigo este mensaje de Inmensidad.
Una maravilla que hay que recuperar y conservar
Así Paqui. Ojalá la recuperemos algún día. Saludos